miércoles, 10 de junio de 2009

Segundas partes nunca fuerón buenas

Las segundas oportunidades nunca terminan bien ni para uno ni para el otro.
Así de categórico lo dice una amiga mía, que le dio una nueva oportunidad al padre de sus hijos, que se la había pegado varias veces.
Él volvió arrepentido, porque, como era un buen padre, no podía soportar vivir sin sus hijos. Y ella quiso creerle y aceptó que volviera, aunque con poca fe.

Pero como ella misma dice, fue un error la vuelta y fue un error aceptar la segunda parte, porque nunca se empieza de nuevo, porque lo que se hace es continuar donde se dejó y con todos los vicios adquiridos más los sinsabores de la separación.
También piensa que en su caso, no funcionó además, porque su marido lo que quería, sobre todo, era volver por sus hijos, no por ella ni por él. Y con esos mimbres, es muy difícil hacer un canasto, por mucho consejero matrimonial que vayan a visitar.
Ella se cansó a los dos meses, cuando vio que aquello seguía igual de mal que cuando llegó la primera separación y cortó por lo sano. Y él, casi le da las gracias por tomar ella la iniciativa y se volvió a ir con su amante.

3 comentarios:

Be dijo...

Cuesta tanto después de una separación, arreglar las cosas y q realmente funcione....x dicha tu amiga en su caso, se dio cuenta a tiempo.

Abrazos!

Dina dijo...

Ni las segundas, ni las terceras, ni las cuartas... ni las quincugesimoquintas partes son buenas... pero supongo que a le gente le cuesta mucho cambiar sus rutinas y por eso siguen insistiendo y tropezando en la misma piedra una y otra vez.

Enol dijo...

A mí me gustó la segunda parte de depredador.